Carlos Motta: entre el arte y el museo

Michael Andres Forero Parra

Durante los meses de agosto y septiembre de 2011, en el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC) del Museo La Tertulia en Cali, fue abierta al público la exhibición Normativo (ver imagen 1) dedicada a la exploración “de las realidades y sentimientos alrededor de las preferencias sexuales consideradas minoritarias, diferentes a lo normal, de acuerdo con los esquemas sociales, la moral, los valores y las tradiciones”.1 Curada por Verónica Wiman, la muestra incluyó las publicaciones del colectivo artístico LTTR2 y el proyecto del artista colombiano residente en Nueva York Carlos Motta (Bogotá, 1978) titulado We Who Feel Differently (2011) (ver imagen 2). Este proyecto compila, a la manera de un archivo virtual, una serie de entrevistas, textos, ilustraciones, videos y registros de eventos donde físicamente se exhibe y comparte todo éste material que explora ideas sobre la diferencia sexual y de género integrando perspectivas sociales, académicas y políticas desde cuatro contextos geográficos diferentes.3

En Colombia, esta naciente historia de exhibiciones que han apostado por la exploración de las vidas, la historia, la sexualidad y el género de aquellas personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales y/o transgéneristas (LGBT) ha tenido ya algunos ejemplos. Se puede citar Un caballero no se sienta así, exposición curada por Víctor Manuel Rodríguez y exhibida en la Galería Santa Fe (2003) que buscaba “entender las relaciones no artísticas que grupos sexuales marginales establecen con lo artístico y cómo, de alguna manera, el sentido del arte se transforma para incorporarse a la agenda política y cultural de los movimientos sociales”.4También está Yo no soy esa, inaugurada en la Galería Santa Fe (2005-2006) y concebida por un grupo multidisciplinar que intentaba examinar algunas de “las formas de resistencia de la Bogotá queer de los años ochenta”,5 así como evidenciar “la manera como las obras de arte [en especial la Serie Faenza (1978) de Miguel Ángel Rojas] se articulaban con universos culturales [en este caso, la subcultura gay bogotana] más amplios”.6 Un último ejemplo es Amor Universal, muestra presentada en el Callejón de las Exposiciones del Centro Cultural Teatro Jorge Eliécer Gaitán (2006) que reunió 40 fotografías de artistas colombianos y de otras nacionalidades que llamaban la atención sobre la diversidad de formas sexuales y afectivas y el diálogo cotidiano con la sociedad que les rodea.

 

Imagen 1. We Who Feel Differently en el EAC del Museo La Tertulia

Tomado de <http://wewhofeeldifferently.info/ephemera.php>

Imagen 2. We Who Feel Differently de Carlos Motta

Tomado de <http://wewhofeeldifferently.info/index.php>

Podría plantearse que la mayoría de estas exhibiciones en Bogotá fueron concebidas y apoyadas desde una política distrital que tenía como objetivo consolidar una ciudad diversa e incluyente, reforzando de esta manera el argumento que percibe al museo como una institución con una función política y social que puede llegar a promover y producir la misma noción de comunidad y cultura con la que trabaja.7 Además, esta reciente dinámica social, mucho más sensible a las nociones y diferencias entre el género y la sexualidad, ha tenido también una resonancia significativa en el campo museológico internacional.8 Consecuentemente, y asumiendo una posición reflexiva sobre su supuesta imparcialidad que es proactiva desde su mismo propósito, algunos museos en Colombia han reformulado sus misiones institucionales, buscando así incluir o replantear la representación cultural de diversas minorías sociales, cuestionar narraciones hegemónicas, evidenciar el valor que puede tener la multiplicidad de interpretaciones y significados en un guión curatorial, y usar su potencial para contribuir en la construcción y la promoción de una sociedad más equitativa.

Por ejemplo, puede afirmarse que la exhibición Normativo en el EAC del Museo La Tertulia ofreció un contexto alternativo a la capital en la medida en que descentralizó y amplió la historia de las exhibiciones con temática LGBT en Colombia, respondiendo así culturalmente a los hechos violentos registrados por los medios durante los últimos años hacia la comunidad gay caleña y brindando un escenario valioso para que discursos acerca de la identidad de género y la diversidad sexual fuesen explorados, debatidos y compartidos. En ese mismo sentido, puede argumentarse también que We Who Feel Differently de Carlos Motta, en su naturaleza análoga a la del archivo y como proyecto de crítica institucional, evidencia las oportunidades que ofrece el trabajo interdisciplinar en el campo artístico y el juego con sus límites, tema recurrente en la interpretación que han elaborado varios críticos sobre distintas obras de este artista bogotano.

Al respecto,  Juan Ignacio Roca ha reseñado el límite de la representación fotográfica en la instalación Pesca Milagrosa (2002-2004) y el de la imagen “como soporte de una ‘verdad’ concluyente”9 al interpretar el performance y el video de la serie Enterrar y Callar (2004). Ésta pregunta sobre la veracidad de la imagen resuena con lo que Margaret Clinton y Denise Carvalho han percibido como una serie de finales inciertos en los proyectos SOA Cycle (2005-2010) o The Good Life (2005-2008), entre otros. Estos cuestionamientos presentan en We Who Feel Differently un andamiaje elaborado que intenta brindar una mirada informada y enriquecida sobre la ‘cultura queer contemporánea’, como le llama Motta, a través de una diversidad de medios que plantean diálogos históricos con actividades como el performance, el documental o la narración oral y escrita. En efecto, esta producción que absorbe tanto por el tiempo de su fabricación como por el que es necesario para explorarla, encuentra gran vitalidad cuando en su etapa de socialización exige involucrar al público y al museo transformando junto con ellos imaginarios en la memoria colectiva y promoviendo una reflexión crítica del contexto actual.

Tal como afirma Yates McKee, el museo con Motta se convierte en un espacio pedagógico, y podría añadirse que en este contexto puntual en el que muchas de las reflexiones, actividades y eventos socioculturales son creados y diseminados virtualmente, el material archivístico que constituye We Who Feel Differently paradójicamente establece espacios tangibles mancomunados cuando se aparta de la plataforma web -a la que aún hoy pocos tienen acceso-, promoviendo así la conversación y la participación (ver imagen 3). Por consiguiente, esta serie de actos peformativos re-crean y re-interpretan los archivos de Motta, desplazándolos de “lugares de excavación a lugares de construcción”10 en la medida en que todo su material despliega nuevas circunstancias dependiendo de cómo se re-use y se re-presente.

Así pues, el espacio tangible que maximiza la experiencia empieza a contribuir en la configurarción de nuevas perspectivas en el proyecto. Ese es el caso de los performances simbólicos que constituyen Six Acts: An Experiment in Narrative Justice (2010) que, según Gabriela Rangel, subvierten preceptos sobre el género ya que involucran mujeres en espacios públicos que re-leen discursos que fueron ofrecidos inicialmente por políticos hombres. Esta estrategia artística y curatorial (denominada Queering en inglés) ofrece en proyectos similares a We Who Feel Differently una poética de des-heteronormativización de las ideas, el espacio y los establecimientos que les han sido negados en algunos casos a aquellos que no se ajustan a los límites de la ‘normalidad’.11 Cabe anotar que en el EAC del Museo La Tertulia tuvieron cabida una serie de actividades (ver imagen 3) que buscaban, precisamente, legitimar historias y vivencias que durante mucho tiempo han sido marginadas de los muros que sostienen la historia del arte colombiano. Así mismo, los proyectos que Motta ha realizado recientemente con Queerocracy (A New Discovery: Queer Immigration in Perspective, 2011), con académicos como Joshua Lubin-Levy (Petite Mort: Recollection of a Queer Public, 2011) o con instituciones como el Center for Performance Research (Stranger on the Road, 2009) evidencian la necesidad de investigar, analizar y revelar las implicaciones políticas, legales, sociales, culturales y afectivas que una sociedad todavía predominantemente heteronormativa tiene sobre las personas con orientaciones sexuales diferentes y géneros diversos.12

En una entrevista con la organización Signified, Carlos Motta señala que “lo más positivo sobre ser queer [término anglosajón que reúne a aquellas personas que no hacen parte del sistema heteronormativo] es ese espacio utópico que permite desafiar el sistema, un espacio de oportunidad en oposición a uno de negación o insatisfacción”.13 Probablemente, el máximo valor de su propuesta sea la potente oportunidad que introduce de tener en Colombia una organización participativa constituida por un grupo multidisciplinar que trabaje para reconfigurar discursos curatoriales que reconozcan que la sexualidad y su diversidad ha sido parte intrínseca del desarrollo artístico. Una organización, pues, que genere nuevas historias del arte colombiano en las que explore el acervo patrimonial construido por artistas LGBT, que indague con mayor vehemencia en los procesos creativos de artistas colombianos que han producido obras con temáticas sexuales y de género y que, finalmente, promueva múltiples intercambios históricos y culturales a partir de esos nuevos recuentos como una parte fundamental -y hasta ahora subvalorada- de la identidad y la historia nacionales.

 

[1] V. Wiman. Exposición: Normativo // Espacio de Arte Contemporáneo <http://www.facebook.com/events/169270749811359/> [1 de marzo de 2012].

[2] Fundado en 2001, LTTR está conformado por las artistas Ginger Brooks Takahashi, K8 Hardy, Emily Roysdon, Ulrike Müller y Lanka Tattersall.

[3] El proyecto We Who Feel Differently ha sido parte de la Bienal Internacional de Mujeres Artistas de Incheon (2009), expuesto en galerías y librerías en Shanghai, Oslo, Bergen y Los Angeles, incluido en la muestra The Air We Breath (2011-2012) sobre igualdad de derechos para parejas del mismo sexo en el Museo de Arte Moderno de San Francisco y será exhibido en el New Museum de Nueva York bajo el programa Museum as Hub: Carlos Motta: We Who Feel Differenlty, el cual se llevará a cabo entre los meses de mayo y agosto de 2012.

[4] C. Motta. ‘INTERVIEWS > Víctor Manuel Rodríguez’, en We Who Feel Differently (2011) <http://wewhofeeldifferently.info/interview.php?interview=61> [3 de marzo de 2012].

[5] Ibid.

[6] Ibid.

[7] Sobre este aspecto puede consultar, S. Watson, ed., Museums and their Communities (Londres y Nueva York: Routledge, 2007) y especialmente el capítulo de A. Witcomb, ‘A Place for All of Us’? Museums and Communities, pp. 133-156.

[8] Consultar por ejemplo, R. Sandell, ed., Museums, Society, Inequality (Londres y Nueva York: Routledge, 2002); R. Sandell. Museums, Prejudice and the Reframing of Difference (Londres y Nueva York: Routledge, 2007); J. Fraser y J. Heimlich, eds., ‘Where is Queer?’, en Museums & Social Issues: A Journal of Reflective Discourse (Vol. 3, No 1, Spring 2008); A. Levin, ed., Gender, Sexuality, and Museums (Londres y Nueva York: Routledge, 2010). Además, cabe resaltar los museos dedicados a la comunidad LGBT ya inaugurados en Berlín y San Francisco y organizaciones similares en proyecto en Washington D.C., Londres y Melbourne.

[9] J. Roca. Enterrar y Callar II (Ensayo para la exhibición ‘Carlos Motta: Enterrar y Callar’ en la Alianza Francesa de Bogotá, 2004) y Enterrar y Callar I (Texto para la exposición ‘Urbes Interiores’ en el Museo de Arte del Banco de la República, 2004) <http://carlosmotta.com/text/enterrar-y-callar/> [5 de marzo de 2012].

[10] S. Breakell. Perspectives: Negotiating the Archive <http://www.tate.org.uk/research/tateresearch/tatepapers/08spring/breakell.shtm > [5 de marzo de 2012].

[11] Sobre este aspecto vale la pena resaltar el proyecto del artista Matt Smith en el museo de arte de la ciudad inglesa de Birmingham titulado Queering the Museum (2010-2011), o el proyecto en marcha en los Estados Unidos, específicamente en la ciudad de Seattle, denominado Queering the Museum Project.

[12] Según C. Ingraham, la heteronormatividad se define como la perspectiva que institucionaliza la heterosexualidad y constituye el estándar por el cual se legitima y suponen todas las relaciones sociales y sexuales. Para más detalle consultar, C. Ingraham, ‘Heterosexuality: It’s just not natural!’, en D. Richardson & S. Seidman, eds., Handbook of Lesbian and Gay Studies (Londres: SAGE Publications, 2002), pp. 73-82.

[13] C. Motta. Signified: An Interview about “We Who Feel Differently”, en EPHEMERA > We Who Feel Differently (2011)  <http://vimeo.com/31826122> [2 de abril de 2012].